Los siete principios herméticos
De mentalismo: todo es mente, el Universo es creación mental.
De correspondencia: como es arriba es abajo, por el nómade se conoce al arcángel.
De vibración: todo vibra intensa o densamente.
De polaridad: el bien y el mal son una misma cosa en distintas graduaciones.
De ritmo: acción y reacción, péndulo que lleva al sujeto de un extremo a otro.
De causa y efecto: según el hombre respete o rompa con las leyes universales. Se puede romper con la legalidad Universal pero se repara.
De generación: todo tiene un principio femenino y masculino.
De la película “Sexto sentido” el niño refiriéndose a los espíritus: “ellos ven lo que quieren ver.
LOST
¿Quiénes son los otros y qué es el Dharma? Parece que en la isla hubo originarios y que luego se instala una estación científica que debe luchar contra la hostilidad de los otros. Esta situación no queda aclarada en la serie y una explicación se pierde en la noche de los tiempos, siempre y cuando no recurramos a la mitología y nos encontremos con el Hades, lugar en el que van a vivir los muertos y que divididos en categorías, se unen por afinidad y a veces es antagónica de otra, la una científica, la otra primitiva. Puede leerse en la Divina Comedia.
De acuerdo a las creaciones mentales que cada uno pueda ejecutar y el trabajo que se imponga en ésta, Darma es una especie de ciencia y misticismo (Namasti, en oposición el psicópata que tortura en la penúltima temporada), y así prepararse para un mundo mejor, podemos hablar del purgatorio o del bardo, da lo mismo, la cuestión es ubicar a la isla como ese lugar en el que los muertos se alistan para el paraíso o el infierno.
Y pareciera que nuestros personajes se desangran en constante catarsis de la que se revelan como seres capaces de amar y odiar con la misma profundidad, como péndulos que oscilan constantemente entre lo miserable y lo heroico y muchos de ellos mueren después de haber confesado a la isla sus crímenes más aberrantes:Mister Eko, Sayid, Ana Lucia y otros. El mismo Boone que después de haber sido drogado y amarrado confiesa que cuando alucinó la muerte de Shanon sintió alivio. Pero los muertos no pueden morir y por lo tanto sólo desaparecen. La isla los diluye, los transporta a otro tiempo y espacio, sólo que los personajes ajenos a su propia muerte idealizan entierros y funerales, sólo pueden ver la muerte de los demás.
Los personajes parecen extraídos de los viejos melodramas de las películas en blanco y negro, sus estallidos emocionales nos recuerdan a las explosiones de amor y odio que suelen sentir los niños y eso son, niños a los que la isla impulsa a crecer y que en cierta forma lo hacen puliendo lo aparente para dar paso a la esencia primordial de cada uno, Jack que parece ser el médico amoroso y altruista, capaz de traicionar a su padre y desenmascarar su estado de ebriedad en el quirófano pero que en realidad, es el prototipo del egoísta incapaz de hacer algo más que por su propio narcisismo; Soyer que de ser un estafador e insensible criminal, resulta uno de los personajes más entrañables cuando aflora en él, el niño que no le permitieron ser. Hugo, gordito prejuicioso y conservador amante del pollo, pasa a ser el guardián del Hades.
Loke, prototipo del hombre bueno, es quien más va conectándose con la isla y el humo negro al que de alguna forma, sabe que ha de entregarle su cuerpo. Lo sabe cuando habla del destino y cuando paulatinamente va cambiando su expresión que se torna más adusta, más temible, más en concordancia con el hombre de negro, de quien sin saberlo se hace carne apenas arriba a la isla, Sayid, asesino implacable, que es conmovido al extremo por Shanon. La tonta de Clara caricatura de la novia virgen de las películas románticas, quien crece como crece su hijo imaginario, o hijo que debía entregar a la isla como prueba de su propio rol de hija. Clara debía ser salvada como hija, la hija que no se atreve a ser mujer. Y el bueno de Charlie que llega a matar por ella, quizás sean Charlie, Hugo y Soyer los más entrañables, los más amados puesto que de alguna manera conservan al verdadero niño, a ese niño que nunca pudo ser ni existir, recordemos a la madre de Charlie diciéndole: “tu salvarás a la familia” y ni hablar de su inmolación, uno de los actos de más profunda humanidad de nuestros queridos muertos.
Ethan un eximio cirujano que se convierte en animal cuando secuestra a Clara y al que Charlie mata.
¿Existieron algunos de los aviones que aterrizan en la isla? Desde el principio nos cuentan que están muertos, aunque ellos mismos no lo supieran.
¿Cómo van a salvarse tantas personas de un avión que en el aire se parte por la mitad y cae en sitios distintos de una isla? Como ellos no se vieron muertos tampoco nosotros los vimos. Los queríamos vivos, porque no podemos pensar como los muertos ni convivir con ellos, muchas fueron las pistas que nos dieron.
Recordemos cuando Boone le pregunta a Loke: ¿qué hacías tú en el mundo real?
Qué significaban esos viajes más que el eterno viaje, el constante viaje del alma desde un estado de la materia a otro. ¿Cuándo escapan de la isla los seis oceánicos y se enfrentan al mundo aparentemente real, es así? ¿O ven lo que quieren ver y siguen viéndolo en el segundo viaje hasta que ya no puede haber más viajes porque la isla no los quiere? Han revelado lo suficiente como para pasar a otro plano, ya no el de las imágenes sin espacio ni tiempo, sino el de la luz. Todos ellos, los hostiles, los Dharma, y cuantos vayan y vengan de la isla lo harán porque habrá un viaje final a ese espacio donde prima la luz, o quedará atrapado en la isla, porque lo que ha hecho es tan malo que aún no le ha llegado el tiempo de alcanzar la luz.
La estatua que nos da señales de la maternidad a eso se refiere: a que sólo se puede nacer en ese otro espacio y no carnalmente.
¿Cuándo murieron? Lo sabemos y no lo sabemos, para nosotros siempre estuvieron muertos, es decir, viviendo en ese tiempo de instantes que en nuestro calendario puede ser cientos de años o apenas minutos.
“Tu no tienes hijos” le dice Kate a Jack, y es que nunca tuvieron nada, nada más que lo que podían imaginar para no sentirse solos y muertos, en realidad sólo se tenían a ellos mismos, y a esa realidad temporal que la fuente de luz brindaba a quienes iban a revelar sus verdades más profundas antes de salir de la isla. Qué importa si la isla está debajo del agua o no, para los muertos el espacio es su propia creación y pueden hacerlo simplemente donde estén.
En un pasaje del Nuevo Testamento se dice de Jesús venció al Hades. El bien y el mal, Jacob y el hombre de negro principio femenino y masculino, el uno que no quiere la luz y el otro que la cuida, uno enemigo de la revelación y el otro amigo. Amigo de la catarsis y el movimiento hacia la evolución. Uno recolector de candidatos y el otro de estancamientos y en medio de ambos lo tenemos a Ben que nunca pudo entender este designio, capitalizando a la isla a sus intereses personales a su sed de poder que lo hace matar simbólicamente al ángel, muerte que lo redime en cierta forma, ya que siempre lo quiso muerto y al hacerlo es como si lo confesara llegando a ser el segundo de Hugo y por lo tanto guardián temporal de la isla.
LOS NUMEROS
Funcionan como un recordatorio del encuentro final. Ellos aparecen como la marca de un designio que tarde o temprano caerá sobre todos ellos, son la cuerda que los sostiene atados tanto en los descensos como en los ascensos, aparecen por todos lados, en la escotilla, en la caja de seguridad donde Kate guarda el avioncito (presagio del viaje final), en los jugadores de béisbol, en el billete de lotería que compra Hugo, son la dirección de la isla, el aviso de partida hacia el Hades o la locura que es lo mismo. Más allá del significado que ellos tengan en la numerología, lo que importa es la numerología en si misma como determinante del destino y punto de encuentro del Karma que se resuelve tanto en la vida como en la muerte.
Perdidos, si perdidos estábamos nosotros frente al discurso y el dilema de la muerte, ellos nos hablaban constantemente del final, tuvimos tantas pistas como quisimos tenerlas. Vemos a Lapidus no reconocer al piloto porque no llevaba el anillo de bodas que jamás se sacaba, pero el piloto estaba hundido en el mar alimentando a los peces, tan fácilmente se podía haber perdido ese anillo; vemos al padre de Locke cuando es traído a la isla para que Locke lo mate, diciendo que ese era el infierno, que él iba manejando su auto y de pronto se encontraba allí, decía que estaba muerto y que eso era el infierno, estaba seguro de ello por el sufrimiento y el calor. Ni que hablar del capítulo en donde se muestra el pasado de Richard y como llega el barco de esclavos a la isla, este hombre que nunca envejece y que parece ser la clave de todo y no lo es de nada, porque apenas puede ser un vocero del bien, y cuando el bien desaparece temporalmente empieza a escuchar solamente su propia vejez.
¿Por qué la isla no tiene nombre? Porque el espacio en donde habita el muerto no lo tiene, se lo ponemos los vivos y allí nadie lo hace.
Si bien en la serie aparecen muchas inclinaciones religiosas, es una serie en donde tiene preponderancia la mitología, en el sentido del oráculo y el designio de los dioses. Hay referencias al antiguo testamento en el éxodo y en la forma de serpiente que adquiere el humo negro, incluido el ruido que hace al aparecer, como el de una serpiente de cascabel. La serpiente como punto de destrucción del paraíso, esa destrucción que está latente en cada capítulo a través de las matanzas, el incidente, la bomba, el movimiento de la isla que imprecisamente hecho, enloquece el tiempo de los muertos. Charlot nos cuenta el futuro porque como dijo antes, los muertos no pueden morir. Deben aprender a amarse. Difícil de amar a Sayid, a Eko o al niño Ben a quien le salvan la vida. Así lo dispone la hermosa Juliet y la comedida, salvaje y dulce Kate, quien cree que su mayor acto de amor fue incendiar vivo a su padrastro.
¿Quién de nosotros no tiene algo de ellos y con cuantas cosas nuestras ellos se quedaron? “Funcionó” dice Juliet, funcionó la máquina de la evolución, porque después del estallido vendría la luz.
Así termina el último capítulo de la penúltima temporada, con la pantalla llena de luz y así con la luz ellos se despiden, que es en definitiva con lo que se quedaron y lo que guardaron como un tesoro, y que a nosotros, otra categoría de perdidos, nos negaron. No nos pudieron llevar más allá de la isla puesto que aún la isla nos retiene. Tanto en éste plano como en el onírico no los veremos más, pero tal vez ellos nos vean a cada uno de nosotros llorar en nuestra propia isla, intrigados por saber como/donde moriremos o de que locura nos haremos cargo, porque nuestros personajes si bien nos cuentan de la muerte, también lo hacen de la locura.
Talvez si imaginamos que viajamos en un avión y éste estalla en el aire partiéndose en dos, y que la cola cae en una parte de la isla y el fuselaje se estrella en otra, la negación de nuestra propia muerte puede hacernos imaginar que el 90% de los pasajeros sobrevivirá puesto que verlos como muertos en el primer capítulo, sería como asistir a nuestra propia muerte, capítulo por capítulo, temporada por temporada.
Podría decir mucho más, pero siempre caería en lo mismo: los muertos tan llenos de vida y trabajo, tan malos y tan buenos. Ya no tendrá que parir la señora Clara, ni jugar al ángel guardián el iluminado Desmond.
Cada uno encontró su lugar como lo encontraremos nosotros y tal vez a cada uno nos gustaría encontrarnos con alguien parecido a alguno de ellos. A mi me gustaría hacerlo con Charlie, Soyer, Hugo, Ana Lucia, Juliet, Shanon y Boone, desde mi punto de vista los mejores. Yo no vi una iglesia en el capítulo final, vi una funeraria, lugar en el que Eloise muestra por primera vez el péndulo que marca el camino a la isla. Por fin ellos y nosotros podemos dar por concluido ese largo funeral, esa entrañable historia de amor y odio, de vida y muerte que fue nuestra serie.
Sus cuerpos volvieron a la tierra y ellos a la LUZ.
Espero sus comentarios.
Fuente: ramatis@hotmail.com
JUAN CARLOS SELVA ANDRADE
De mentalismo: todo es mente, el Universo es creación mental.
De correspondencia: como es arriba es abajo, por el nómade se conoce al arcángel.
De vibración: todo vibra intensa o densamente.
De polaridad: el bien y el mal son una misma cosa en distintas graduaciones.
De ritmo: acción y reacción, péndulo que lleva al sujeto de un extremo a otro.
De causa y efecto: según el hombre respete o rompa con las leyes universales. Se puede romper con la legalidad Universal pero se repara.
De generación: todo tiene un principio femenino y masculino.
De la película “Sexto sentido” el niño refiriéndose a los espíritus: “ellos ven lo que quieren ver.
LOST
¿Quiénes son los otros y qué es el Dharma? Parece que en la isla hubo originarios y que luego se instala una estación científica que debe luchar contra la hostilidad de los otros. Esta situación no queda aclarada en la serie y una explicación se pierde en la noche de los tiempos, siempre y cuando no recurramos a la mitología y nos encontremos con el Hades, lugar en el que van a vivir los muertos y que divididos en categorías, se unen por afinidad y a veces es antagónica de otra, la una científica, la otra primitiva. Puede leerse en la Divina Comedia.
De acuerdo a las creaciones mentales que cada uno pueda ejecutar y el trabajo que se imponga en ésta, Darma es una especie de ciencia y misticismo (Namasti, en oposición el psicópata que tortura en la penúltima temporada), y así prepararse para un mundo mejor, podemos hablar del purgatorio o del bardo, da lo mismo, la cuestión es ubicar a la isla como ese lugar en el que los muertos se alistan para el paraíso o el infierno.
Y pareciera que nuestros personajes se desangran en constante catarsis de la que se revelan como seres capaces de amar y odiar con la misma profundidad, como péndulos que oscilan constantemente entre lo miserable y lo heroico y muchos de ellos mueren después de haber confesado a la isla sus crímenes más aberrantes:Mister Eko, Sayid, Ana Lucia y otros. El mismo Boone que después de haber sido drogado y amarrado confiesa que cuando alucinó la muerte de Shanon sintió alivio. Pero los muertos no pueden morir y por lo tanto sólo desaparecen. La isla los diluye, los transporta a otro tiempo y espacio, sólo que los personajes ajenos a su propia muerte idealizan entierros y funerales, sólo pueden ver la muerte de los demás.
Los personajes parecen extraídos de los viejos melodramas de las películas en blanco y negro, sus estallidos emocionales nos recuerdan a las explosiones de amor y odio que suelen sentir los niños y eso son, niños a los que la isla impulsa a crecer y que en cierta forma lo hacen puliendo lo aparente para dar paso a la esencia primordial de cada uno, Jack que parece ser el médico amoroso y altruista, capaz de traicionar a su padre y desenmascarar su estado de ebriedad en el quirófano pero que en realidad, es el prototipo del egoísta incapaz de hacer algo más que por su propio narcisismo; Soyer que de ser un estafador e insensible criminal, resulta uno de los personajes más entrañables cuando aflora en él, el niño que no le permitieron ser. Hugo, gordito prejuicioso y conservador amante del pollo, pasa a ser el guardián del Hades.
Loke, prototipo del hombre bueno, es quien más va conectándose con la isla y el humo negro al que de alguna forma, sabe que ha de entregarle su cuerpo. Lo sabe cuando habla del destino y cuando paulatinamente va cambiando su expresión que se torna más adusta, más temible, más en concordancia con el hombre de negro, de quien sin saberlo se hace carne apenas arriba a la isla, Sayid, asesino implacable, que es conmovido al extremo por Shanon. La tonta de Clara caricatura de la novia virgen de las películas románticas, quien crece como crece su hijo imaginario, o hijo que debía entregar a la isla como prueba de su propio rol de hija. Clara debía ser salvada como hija, la hija que no se atreve a ser mujer. Y el bueno de Charlie que llega a matar por ella, quizás sean Charlie, Hugo y Soyer los más entrañables, los más amados puesto que de alguna manera conservan al verdadero niño, a ese niño que nunca pudo ser ni existir, recordemos a la madre de Charlie diciéndole: “tu salvarás a la familia” y ni hablar de su inmolación, uno de los actos de más profunda humanidad de nuestros queridos muertos.
Ethan un eximio cirujano que se convierte en animal cuando secuestra a Clara y al que Charlie mata.
¿Existieron algunos de los aviones que aterrizan en la isla? Desde el principio nos cuentan que están muertos, aunque ellos mismos no lo supieran.
¿Cómo van a salvarse tantas personas de un avión que en el aire se parte por la mitad y cae en sitios distintos de una isla? Como ellos no se vieron muertos tampoco nosotros los vimos. Los queríamos vivos, porque no podemos pensar como los muertos ni convivir con ellos, muchas fueron las pistas que nos dieron.
Recordemos cuando Boone le pregunta a Loke: ¿qué hacías tú en el mundo real?
Qué significaban esos viajes más que el eterno viaje, el constante viaje del alma desde un estado de la materia a otro. ¿Cuándo escapan de la isla los seis oceánicos y se enfrentan al mundo aparentemente real, es así? ¿O ven lo que quieren ver y siguen viéndolo en el segundo viaje hasta que ya no puede haber más viajes porque la isla no los quiere? Han revelado lo suficiente como para pasar a otro plano, ya no el de las imágenes sin espacio ni tiempo, sino el de la luz. Todos ellos, los hostiles, los Dharma, y cuantos vayan y vengan de la isla lo harán porque habrá un viaje final a ese espacio donde prima la luz, o quedará atrapado en la isla, porque lo que ha hecho es tan malo que aún no le ha llegado el tiempo de alcanzar la luz.
La estatua que nos da señales de la maternidad a eso se refiere: a que sólo se puede nacer en ese otro espacio y no carnalmente.
¿Cuándo murieron? Lo sabemos y no lo sabemos, para nosotros siempre estuvieron muertos, es decir, viviendo en ese tiempo de instantes que en nuestro calendario puede ser cientos de años o apenas minutos.
“Tu no tienes hijos” le dice Kate a Jack, y es que nunca tuvieron nada, nada más que lo que podían imaginar para no sentirse solos y muertos, en realidad sólo se tenían a ellos mismos, y a esa realidad temporal que la fuente de luz brindaba a quienes iban a revelar sus verdades más profundas antes de salir de la isla. Qué importa si la isla está debajo del agua o no, para los muertos el espacio es su propia creación y pueden hacerlo simplemente donde estén.
En un pasaje del Nuevo Testamento se dice de Jesús venció al Hades. El bien y el mal, Jacob y el hombre de negro principio femenino y masculino, el uno que no quiere la luz y el otro que la cuida, uno enemigo de la revelación y el otro amigo. Amigo de la catarsis y el movimiento hacia la evolución. Uno recolector de candidatos y el otro de estancamientos y en medio de ambos lo tenemos a Ben que nunca pudo entender este designio, capitalizando a la isla a sus intereses personales a su sed de poder que lo hace matar simbólicamente al ángel, muerte que lo redime en cierta forma, ya que siempre lo quiso muerto y al hacerlo es como si lo confesara llegando a ser el segundo de Hugo y por lo tanto guardián temporal de la isla.
LOS NUMEROS
Funcionan como un recordatorio del encuentro final. Ellos aparecen como la marca de un designio que tarde o temprano caerá sobre todos ellos, son la cuerda que los sostiene atados tanto en los descensos como en los ascensos, aparecen por todos lados, en la escotilla, en la caja de seguridad donde Kate guarda el avioncito (presagio del viaje final), en los jugadores de béisbol, en el billete de lotería que compra Hugo, son la dirección de la isla, el aviso de partida hacia el Hades o la locura que es lo mismo. Más allá del significado que ellos tengan en la numerología, lo que importa es la numerología en si misma como determinante del destino y punto de encuentro del Karma que se resuelve tanto en la vida como en la muerte.
Perdidos, si perdidos estábamos nosotros frente al discurso y el dilema de la muerte, ellos nos hablaban constantemente del final, tuvimos tantas pistas como quisimos tenerlas. Vemos a Lapidus no reconocer al piloto porque no llevaba el anillo de bodas que jamás se sacaba, pero el piloto estaba hundido en el mar alimentando a los peces, tan fácilmente se podía haber perdido ese anillo; vemos al padre de Locke cuando es traído a la isla para que Locke lo mate, diciendo que ese era el infierno, que él iba manejando su auto y de pronto se encontraba allí, decía que estaba muerto y que eso era el infierno, estaba seguro de ello por el sufrimiento y el calor. Ni que hablar del capítulo en donde se muestra el pasado de Richard y como llega el barco de esclavos a la isla, este hombre que nunca envejece y que parece ser la clave de todo y no lo es de nada, porque apenas puede ser un vocero del bien, y cuando el bien desaparece temporalmente empieza a escuchar solamente su propia vejez.
¿Por qué la isla no tiene nombre? Porque el espacio en donde habita el muerto no lo tiene, se lo ponemos los vivos y allí nadie lo hace.
Si bien en la serie aparecen muchas inclinaciones religiosas, es una serie en donde tiene preponderancia la mitología, en el sentido del oráculo y el designio de los dioses. Hay referencias al antiguo testamento en el éxodo y en la forma de serpiente que adquiere el humo negro, incluido el ruido que hace al aparecer, como el de una serpiente de cascabel. La serpiente como punto de destrucción del paraíso, esa destrucción que está latente en cada capítulo a través de las matanzas, el incidente, la bomba, el movimiento de la isla que imprecisamente hecho, enloquece el tiempo de los muertos. Charlot nos cuenta el futuro porque como dijo antes, los muertos no pueden morir. Deben aprender a amarse. Difícil de amar a Sayid, a Eko o al niño Ben a quien le salvan la vida. Así lo dispone la hermosa Juliet y la comedida, salvaje y dulce Kate, quien cree que su mayor acto de amor fue incendiar vivo a su padrastro.
¿Quién de nosotros no tiene algo de ellos y con cuantas cosas nuestras ellos se quedaron? “Funcionó” dice Juliet, funcionó la máquina de la evolución, porque después del estallido vendría la luz.
Así termina el último capítulo de la penúltima temporada, con la pantalla llena de luz y así con la luz ellos se despiden, que es en definitiva con lo que se quedaron y lo que guardaron como un tesoro, y que a nosotros, otra categoría de perdidos, nos negaron. No nos pudieron llevar más allá de la isla puesto que aún la isla nos retiene. Tanto en éste plano como en el onírico no los veremos más, pero tal vez ellos nos vean a cada uno de nosotros llorar en nuestra propia isla, intrigados por saber como/donde moriremos o de que locura nos haremos cargo, porque nuestros personajes si bien nos cuentan de la muerte, también lo hacen de la locura.
Talvez si imaginamos que viajamos en un avión y éste estalla en el aire partiéndose en dos, y que la cola cae en una parte de la isla y el fuselaje se estrella en otra, la negación de nuestra propia muerte puede hacernos imaginar que el 90% de los pasajeros sobrevivirá puesto que verlos como muertos en el primer capítulo, sería como asistir a nuestra propia muerte, capítulo por capítulo, temporada por temporada.
Podría decir mucho más, pero siempre caería en lo mismo: los muertos tan llenos de vida y trabajo, tan malos y tan buenos. Ya no tendrá que parir la señora Clara, ni jugar al ángel guardián el iluminado Desmond.
Cada uno encontró su lugar como lo encontraremos nosotros y tal vez a cada uno nos gustaría encontrarnos con alguien parecido a alguno de ellos. A mi me gustaría hacerlo con Charlie, Soyer, Hugo, Ana Lucia, Juliet, Shanon y Boone, desde mi punto de vista los mejores. Yo no vi una iglesia en el capítulo final, vi una funeraria, lugar en el que Eloise muestra por primera vez el péndulo que marca el camino a la isla. Por fin ellos y nosotros podemos dar por concluido ese largo funeral, esa entrañable historia de amor y odio, de vida y muerte que fue nuestra serie.
Sus cuerpos volvieron a la tierra y ellos a la LUZ.
Espero sus comentarios.
Fuente: ramatis@hotmail.com
JUAN CARLOS SELVA ANDRADE
